martes, 12 de mayo de 2015

Demasiado cortas las piernas


Por Julia Tacchino




“Demasiada cortas las piernas”, una obra de la joven dramaturga suiza Katja Brunner,  adaptada y dirigida en la Argentina por Diego Faturos, trata el tan delicado tema del abuso sexual de un padre hacia una hija, actualmente en cartel en el Teatro Timbre 4, México 3554, Ciudad de Buenos Aires.

Lala Mendía y Julieta Vallina son las protagonistas, madre e hija, enfrentadas y un padre ausente físicamente, pero presente durante todo el relato. La narración se articula entre las contraposiciones de esos dos personajes, imágenes, sobre recuerdos y sueños de la niña, que son proyectadas en una gran pantalla sobre el fondo del escenario y la opinión de cinco testigos omnipresentes.

La versión incorpora un coro de personajes, narradores que guían el relato sobre lo que le va sucediendo a la niña, debaten diferentes posturas de lo que ocurre en la familia y analizan, como lo hace el público, lo que le va sucediendo a la joven.

La obra nos habla de una problemática muchas veces silenciada, pero que es más corriente de lo que se piensa. El niño/a abusado vive en un desborde de sensaciones, no ve los hechos que le suceden como inadecuados, porque aún carece de moral y su primera socialización es la familia. En la obra, la niña se encuentra indefensa, en total soledad, tiene deseos amorosos contradictorios. La madre prefiere no ver lo que está sucediendo.

Según el psicoanálisis, todos los sujetos atraviesan por una etapa de deseos amorosos ambivalentes hacia los padres, deseos sexuales hacia el progenitor del sexo opuesto, que nunca se concretan y así, el niño crece y, una vez adulto, redirige el deseo hacia otros hombres y mujeres. Pero ¿Qué sucede en el caso de que finalmente ese deseo de sexualidad hacia el padre sea concretado? ¿Qué ocurre cuando una madre no hace nada frente a esa situación?

El abuso sexual infantil es una problemática que no sólo afecta a algunas familias sino a toda la sociedad. El caso de incesto implica un atentado, no sólo a la integridad del menor sino a la cultura misma.

“Demasiado cortas las piernas” logra causar sensaciones contrapuestas en el público: tristeza, asco, pudor y vergüenza.  Sentimientos tan controversiales como la atroz situación que genera en nuestra cultura el abuso infantil. Tan terrible que cuesta enfrentarlo. Obras así nos permiten comenzar a tomar dimensión de esta cuestión, visibilizarla y analizarla.

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